Retomando el tema de la colaboraciones, desde el blog de Sarbacán, donde ya había colaborado con dos artículos sobre Uso legal de datos extraídos de fuentes públicas (Parte I y Parte II), me pidieron un post sobre el estado actual de las sanciones por spam.
Un fragmento:
Dejemos de lado los correos directamente fraudulentos y centrémonos en las actividades comerciales legítimas. ¿Cuál es el objetivo de un correo comercial? De una forma u otra el objetivo es conseguir ventas, clientes, suscriptores, afiliados, etc. Y todos sabemos que la confianza es un elemento clave en este proceso. Pues bien, ¿confiarías en un correo electrónico que tu sistema de correo ha calificado como spam o incluso sospechoso de fraude?
La peor sanción por spam es que el servicio de correo electrónico de tu contacto decida enviarte a la bandeja de correo no deseado y convertirte en irrelevante.
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Interesante artículo
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