Lunes, pero festivo, tocaba un post distinto sobre un tema poco habitual por aquí: el cine, aunque al tiempo con un argumento centrado en un asunto recurrente: las redes sociales y Facebook en particular.
La Red Social nara la creación y desarrollo de Facebook desde la óptica de los conflictos jurídicos de su creador: Mark Zuckerberg. Dirigida por David Fincher (Seven, The Game, El Club de la Lucha), con un guión de Aaron Sorkin (El Ala Oesta de la Casa Blanca), y buenas interpretaciones de Jesse Eisenberg como Mark, Andrew Garfield como Eduardo Soverin (primer apoyo financero de Facebook) e incluso de Justin Timberlake en el papel de Sean Parker, fundador de Napster y uno de los pioneros de los "baby-CEO", cuasi adolescentes al mando de grandes empresas en la burbuja de internet.
Lo mejor que se puede decir es que independientemente del interés o conocimiento que se tenga por Facebook y el fenómeno de las redes sociales, la película engancha en seguida y su intrincado guión, que salta en el tiempo a través de los diferentes juicios y varias escenas en la universidad, mantiene el interés hasta el final. Yo fui a verla con alguien que usa muy poco Facebook y que incluso no le suele gustar mucho el cine norteamericano y sin embargo disfrutó la película.
David Fincher ya ha demostrado su interés por todo tipo de obsesiones humanas y mantiene un ritmo trepidante desde la escena inicial, con un diálogo afilado entre Mark y la chica con la que sale, donde ya se perfilan todas las ideas fijas de ese obsesivo e inadaptado siempre en sudadera que es el protagonista, ese mismo que se ha convertido en el multimillonario más joven del mundo empresarial.
No cuento más del asunto central de la película para no avanzar acontecimientos, pero sí es interesante fijarse en una de las tramas secundarias, como es el continuo enfrentamiento entre Eduardo Soverin y Sean Parker, representando el primero la visión más o menos tradicional del mundo de los negocios (enseguida quiere vender publicidad para Facebook aunque Mark le diga que si la página "mola" es precisamente porque no tiene anuncios), mientras el segundo es el "enfant terrible", el niño malo que se enfrentó a la industria discográfica con una de las primeras redes para compartir archivos y se acabó en la bancarrota tras una serie de jucios multimillonarios.
Las dos visiones dan lugar a algunos diálogos que llevan mucha sabiduría empresarial en sus palabras y representan algunos de los más importantes cambios de paradigmas en la nueva economía de internet.
Así por ejemplo, cuando Sean presume de su jaque a las discográficas, Eduardo le reprocha: "¡pero si perdiste!", a lo que Sean replica: "Dime, Eduardo, ¿abrirías ahora una tienda de discos?"
Sobre el asunto de la reputación en estos días, cuando Eduardo opina que puede ser una mala influencia para Mark y el negocio de Facebook y el otro le pregunta qué sabe de él, le dice "He leído mucho sobre ti" con ese tono en el que se viene decir que no ha sido nada bueno. Sean replica demoledor: "¿Sabes cuánto he leído yo sobre ti?: na-da"
En resumen, recomendable para cualquier aficionado al cine e imprescindible si te interesa internet y los negocios que crecen en el caldo de cultivo virtual de la red.
Eso sí, hazte un favor y házselo al cine y ve a verla en un versión original subtitulada: el doblaje al castellano ha sido poco afortunado esta vez, en especial la voz que le han puesto a su protagonista, que destruye al menos el 50% de una muy buena interpretación.
La música del trailer es una versión del tema Creep de Radiohead, y no es una elección casual, sin duda tiene mucho que ver con los sentimientos que refleja la letra de la canción, en los que es muy posible que Mark Zuckerberg se reconociera en más de una ocasión.
En versión electrica:
En versión acústica para la película francesa Ils se marièrent et eurent beaucoup d'enfants, con una breve intervención de Johnny Deep:
A mí también me gustó mucho como película, pero en un par de horas no se pueden contar los muchos detalles que hay que afinar para que un proyecto así salga aelante y se convierta en el éxito mundial que es, así que me quedé con la intriga de algunas cosas internas. Quizás el libro en el que se basa la peli da más detalles de esto ¿alguien sabe?
ResponderEliminarAna Ruiz
El mensaje directo que se recibe no es muy social que se diga. Para hacer un gran proyecto tienes que pisar tus principios y si no los tienes mejor ganas tiempo y eso es lo que vale.
ResponderEliminarTengo mentalidad de pequeño pero es la que quiero y soy consciente de mi limitación.
Ana Ruiz: no he leído el libro, ni idea.
ResponderEliminarJuan Antonio: no estoy de acuerdo. ¿Has visto la peli o te dejas llevar por prejuicios? Quizás haya actos más o menos discutibles, pero tanto como pisar principios o no tenerlos, es discutible.
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ResponderEliminarJuan Antonio Lara dijo...
El usar la privacidad de tus compañeras en la universidad.No ser leal de quien cree en ti desde el principio aunque después te limite. Seguro que siendo tan inteligente puedes negociar con más humanidad y generosidad con quien está a tu lado desde el principio, sobre todo cuando tienes margen más que de sobra.
Estoy de acuerdo con que el resultado es una obra de arte empresarial, pero los medios usados para tal fin a mi me parecen criticables en muchos aspectos.Es un tipo que trata a la gente (compañeros, profesores, jueces, abogados y socios.....) como inferiores por muy listo que sea.
La excelencia empresarial, para mí nunca deja de lado a las personas.
Si hay algo que a Facebook no le gusta nada es la privacidad de las personas, ni en el proyecto ni en el negocio.
Este es mi juicio no mi prejuicio, puesto que sí he visto la película y leeré el libro.
1 de noviembre de 2010 21:28
Juan Antonio: lo de la privacidad está claro y como todos saben se trató en muchas ocasiones en este blog.
ResponderEliminarRespecto a la inteligencia, ya está dicho que no es sólo una, Zuckenberg puede ser un superdotado en los aspectos lógico-matemáticos del cerebro, sin embargo es un tarado de las relaciones sociales (y tal cual se muestra en la película) y no puedes pedirle que allí donde tu ves personas, él vea lo mismo, sería como pedirle a un autista que entendiera un chiste de Faemino y Cansado. Él tiene 100/100 en sus calificaciones pero lo que ansía es entrar en un estúpido club donde tienes que responder preguntas semidesnudo bajo la nieve o pasear con una gallina a todas horas, sin embargo, la paradoja es que es capaz de sublimar ese defecto hasta convertirlo en el club más grande del mundo. Lo que ocurre por el camino es una enorme lucha por el creciente poder de Facebook en el que no hay buenos ni malos, son todos humanos como no podía ser de otra forma y desde luego se pueden dar todos por satisfechos: los hermanos musculitos que jamás hubieran conseguido nada parecido se llevaron su pila de milones, y a Eduardo (que no es tan buenazo como parece, hay más historia detrás que no se cuenta) se le restituyó su condición, etc...
Y al final, mejor o peor, Facebook está ahí, sirve para comunicarse a millones de personas por todo el mundo, da empleo directo a miles e indirecto a quién sabe cuantos... y si no te gusta no la usas (y basta mirar mi muro para saber que yo no soy precisamente de los usuarios más activos). Todo esto comparado por ejemplo con la basura de la corrupción política es casi un cuento de hadas.
P.D.: y a ver si aprendemos a comentar, que me has dejado el sitio hecho unos zorros xD
La película es buena, pero es cierto lo que dicen en el primer comentario, que hay más cosas para llegar a una empresa del tamaño de Facebook que no se cuentan sobre recursos financieros y técnicos, es que en realidad es una peli sobre los juicios y no tanto sobre la empresa.
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