Como consecuencia lógica del aumento de los impagados, se está disparando igualmente el número de concursos de acreedores. Según datos obtenidos por la empresa Crédito y Caución obtenidos a partir de las insolvencias publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE), durante los tres primeros meses del año los concursos de acreedores (antigua suspensión de pagos) se han incrementado un 6,9% respecto al último trimestre de 2008, hasta los 1.355 casos.
Con el procedimiento del Concursos de Acreedores se persigue satisfacer la necesidad de regular el reparto de pérdidas cuando alguien no puede hacer frente a sus deudas.
El Concurso de Acreedores es, por tanto, un procedimiento ideado para paliar los posibles efectos nocivos de la insolvencia, tanto de un empresario, como de un particular. Se trata, fundamentalmente, de organizar las finanzas del concursado para conseguir que el mayor número de acreedores cobren lo máximo posible.
En este procedimiento se protege más a los débiles, como los trabajadores, y se posterga a aquellos que han tenido influencia en la mala situación económica o que puedan beneficiarse del concurso, por ejemplo, administradores de la sociedad o personas relacionadas con el concursado.
¿Y cómo queda en este reparto el pequeño acreedor, la microempresa con su letra devuelta? No se aprovecha de los beneficios preferentes de los trabajadores, ni puede pagar buenos abogados que le lleven a través de la complejidad judicial del proceso, y lo que está claro es que cuando se llega a esta situación es porque no hay dinero para pagar a todos, y aunque en algunos casos se consigue reflotar la empresa, no es raro que la insolvencia termine en quiebra. ¿Y adivinan quién se quedó sin cobrar?
La única arma de defensa de la microempresa y el autónomo: no permitir llegar a esa situación, actuar de antemano y solventar las deudas en cuanto se producen a través del arbitraje. Cuanto más se demora, más difícil resulta recuperar una deuda impagada.
Foto: Phoney Nickle
Con el procedimiento del Concursos de Acreedores se persigue satisfacer la necesidad de regular el reparto de pérdidas cuando alguien no puede hacer frente a sus deudas.
El Concurso de Acreedores es, por tanto, un procedimiento ideado para paliar los posibles efectos nocivos de la insolvencia, tanto de un empresario, como de un particular. Se trata, fundamentalmente, de organizar las finanzas del concursado para conseguir que el mayor número de acreedores cobren lo máximo posible.
En este procedimiento se protege más a los débiles, como los trabajadores, y se posterga a aquellos que han tenido influencia en la mala situación económica o que puedan beneficiarse del concurso, por ejemplo, administradores de la sociedad o personas relacionadas con el concursado.
¿Y cómo queda en este reparto el pequeño acreedor, la microempresa con su letra devuelta? No se aprovecha de los beneficios preferentes de los trabajadores, ni puede pagar buenos abogados que le lleven a través de la complejidad judicial del proceso, y lo que está claro es que cuando se llega a esta situación es porque no hay dinero para pagar a todos, y aunque en algunos casos se consigue reflotar la empresa, no es raro que la insolvencia termine en quiebra. ¿Y adivinan quién se quedó sin cobrar?
La única arma de defensa de la microempresa y el autónomo: no permitir llegar a esa situación, actuar de antemano y solventar las deudas en cuanto se producen a través del arbitraje. Cuanto más se demora, más difícil resulta recuperar una deuda impagada.
Foto: Phoney Nickle
De acuerdo con tus comentarios,añadiria el que casi el 93% de las empresas que entran en proceso concursal , terminan en liquidacion ,es decir ,desaparecen.Para muchas Pymes y Microempresas desaparecen antes del proceso concursal ,por que no disponen de recursos para soportarlo.Es urgente el que el colectivo de Microempresas y Pymes dispongan de la informacion necesaria , atraves de sus propias organizaciones,para tratar de atajar esta situacion ,desde luego el conocimiento del Sistema de Arbitraje es muy importante ,aunque no hay que descartar otras alternativas , como puede ser la reestructuracion de estas empresas ,cuando advierten los problemas.
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