La Fundación Tripartita publica su primer informe sobre los resultados de la formación en las empresas. Se trata de una publicación de carácter estadístico que tiene como objetivo la difusión de los principales datos sobre la formación de demanda en 2007. Con esta publicación se inicia una nueva línea de información destinada específicamente al análisis de la formación llevada a cabo en el seno de las empresas.
En el informe se ofrecen diferentes indicadores que permiten medir la cobertura de formación, el crédito asignado y dispuesto por las empresas, las características de los participantes, etc. Entre ellos:
Es decir, que una vez más se confirma la paradoja: aquellas empresas que realmente no necesitan los créditos formativos los apuran hasta el límite (¿o alguien piensa que si el Banco de Santander no tuviera bonificaciones, Botín dejaría a sus empleados sin formación?), mientras que el grueso del tejido empresarial español, la inmensa mayoría silenciosa que componen las microempresas y pymes desaprovecha una oportunidad para mejorar los conocimientos y la productividad de sus empleados a coste cero.
En el informe se ofrecen diferentes indicadores que permiten medir la cobertura de formación, el crédito asignado y dispuesto por las empresas, las características de los participantes, etc. Entre ellos:
- El tamaño de la empresa es un factor clave en relación con la actividad formativa. De este modo, la presencia en el sistema de bonificaciones del 133.668 pymes sitúa su nivel de participación respecto al número de empresas de este estrato (1.628.013) en el 8,2%.
- Entre las empresas de más de 250 trabajadores (3.942 registrados en la Tesorería General de la Seguridad Social) se bonifican por la formación 3.148, lo que sitúa la tasa de cobertura formativa del sistema en el 79,9%.
- La tasa de cobertura se eleva según se incrementa el tamaño de las empresas, alcanzando el 100% en las que cuentan con plantillas a partir de 5.000 trabajadores.
Es decir, que una vez más se confirma la paradoja: aquellas empresas que realmente no necesitan los créditos formativos los apuran hasta el límite (¿o alguien piensa que si el Banco de Santander no tuviera bonificaciones, Botín dejaría a sus empleados sin formación?), mientras que el grueso del tejido empresarial español, la inmensa mayoría silenciosa que componen las microempresas y pymes desaprovecha una oportunidad para mejorar los conocimientos y la productividad de sus empleados a coste cero.
(pdf 1285,63 KB)
Pues habrá que sacrificarse un poco para resolverlo ¿no? ;)
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