El teléfono es carísimo. No tanto por el precio en sí mismo, que ciertamente ha ido disminuyendo en los últimos tiempos a base de tarifas planas y reducidas, sino en comparación con la abundancia de alternativas gratuitas.
Dentro de lo que podríamos denominar "etiqueta telefónica" se considera que si uno recibe una llamada y no la atiende por estar en una reunión o tener el teléfono apagado o sin cobertura, o simplemente porque no lo oyó, entonces uno está obligado a "devolver" la llamada, algo así como que la pelota está ahora en tu tejado y te toca a tí. Pagando, claro. ¿No eras tú el que quería hablar conmigo? ¿Y porqué me tiene que costar dinero a mí?
Estoy muy lejos de utilizar todas las posibilidades de internet, pero te lo pongo fácil: primero a través de mi calendario, mi cuenta en Twitter o sino observando la barra lateral de este blog en la sección titulada "Qué estoy haciendo", puedes saber si estoy dando un curso, en una reunión o con un cliente, circunstancias todas ellas que impedirán que atienda al móvil. No te molestes.
Puedes enviarme un mail a mi cuenta Gmail (mkpositivo) y responderé en pocas horas y si tú también tienes cuenta Gmail puedes observar si estoy en el chat. Si está el puntito verde seguro que te contesto al instante.
¿Ah, qué era muy urgente y no podías pararte a mirar estas cosas? Entonces estoy seguro de que volverás a llamar.
Así que no esperes que te devuelva la llamada.
Usa otros medios para localizarme.
Y si no sabes, aprende.
Y si no quieres aprender... al menos asume tú el gasto de tu ignorancia y vuelve a llamarme.
Pero repito, no esperes que te devuelva la llamada.
Fotografía: couleurs gm
Dentro de lo que podríamos denominar "etiqueta telefónica" se considera que si uno recibe una llamada y no la atiende por estar en una reunión o tener el teléfono apagado o sin cobertura, o simplemente porque no lo oyó, entonces uno está obligado a "devolver" la llamada, algo así como que la pelota está ahora en tu tejado y te toca a tí. Pagando, claro. ¿No eras tú el que quería hablar conmigo? ¿Y porqué me tiene que costar dinero a mí?
Estoy muy lejos de utilizar todas las posibilidades de internet, pero te lo pongo fácil: primero a través de mi calendario, mi cuenta en Twitter o sino observando la barra lateral de este blog en la sección titulada "Qué estoy haciendo", puedes saber si estoy dando un curso, en una reunión o con un cliente, circunstancias todas ellas que impedirán que atienda al móvil. No te molestes.
Puedes enviarme un mail a mi cuenta Gmail (mkpositivo) y responderé en pocas horas y si tú también tienes cuenta Gmail puedes observar si estoy en el chat. Si está el puntito verde seguro que te contesto al instante.
¿Ah, qué era muy urgente y no podías pararte a mirar estas cosas? Entonces estoy seguro de que volverás a llamar.
Así que no esperes que te devuelva la llamada.
Usa otros medios para localizarme.
Y si no sabes, aprende.
Y si no quieres aprender... al menos asume tú el gasto de tu ignorancia y vuelve a llamarme.
Pero repito, no esperes que te devuelva la llamada.
Fotografía: couleurs gm
Gracias por el link.
ResponderEliminarsaludos
Antonio: Gracias a tí por tu blog :-)
ResponderEliminar100% de acuerdo. Algún día el uso de la voz será simplemente una aplicación más de internet y no existirá la "telefonía". Que yo lo vea :)
ResponderEliminarJesús estoy totalmente de acuerdo, nuevamente con tu posición y aunque me cueste (económicamente) aplicarla para mi relación contigo, lo trasladare a mi relación con los míos, con lo que me sale un saldo positivo. Gano más. ¡A que si Manolo!.
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