Llevado esta idea a internet y unido al concepto Web 2.0, donde el público participa e interacciona con el mundo virtual y es más consciente de sus derechos y de los riesgos, está dando lugar a un muy interesante fenómeno de autoregulación. El sistema de creación de contenidos de Wikipedia, la valoración de noticias en Menéame o las licencias de propiedad intelectual Creative Commons, son buenos ejemplos de esto. ¿Y la protección de datos? Pues en este terreno ya ha surgido la primera propuesta de regulación basada en estos puntos:
Cada usuario tiene el derecho de saber qué información privada está siendo guardada. Esto deja fuera cualquier esquema secreo de recolección de datos, o de métodos de monitoreo no aceptados por el usuario. También elimina cualquier esquema de publicidad que se basa en el uso de cookies en discos duros sin previa aceptación por el usuario.
Cada usuario tiene el derecho de saber para qué se guardan datos, antes de que se los pidan. Las empresas deben dejar claro qué intentan y no dar excusas después. Límites razonables deben ser impuestos en la recolección de datos e información personal y estos deben tener consistencia con el objetivo final de dicha recolección de datos. Además se debería prohibir la práctica de decir que los términos de uso pueden ser modificados, sin aviso previo, en cualquier momento. Si las empresas que recogen datos quieren cambiar sus términos de uso deben de obtener permiso de los usuarios antes de hacer el cambio.
Cada usuario es dueño de su información personal. Las empresas no pueden venderla a otros sin previo permiso del usuario quienes podrán pedir la modificación de su información en cualquier momento. Si la información contiene errores debería borrarse de la base de datos.
Los usuarios esperan que la información personal sea guardada en sitios seguros. Empleados y otras personas con acceso a dicha información deben mantener los mismos niveles de seguridad y cuidado con los datos.
Como puedes ver, la filosofía (independientemente de los requisitos técnicos a desarrollar), es muy similar a la LOPD (¿o no equivale el punto 2 al concepto de consentimiento inequívoco?), con la diferencia de que las empresa exitosas de la era Web 2.0 saben del enorme valor de las bases de datos de clientes y de su imagen ante estos, y sin esperar a ver si el tema protección de datos se armoniza a nivel mundial (porque es obvio que las legislaciones locales tienen una muy difícil aplicación a un mundo transnacional como es internet) ya se han puesto en marcha para autoregularse. Es decir, no van a esperar a preocuparse de la protección de datos por imperativo legal, sino que tienen claro las enormes ventajas que para sus empresas desde de el punto de vista de la confianza de sus cliente puede generar darles a estos la total tranquilidad sobre la privacidad de la información. Este tipo de idea es que debemos ser capaces los CSI de transmitir a nuestros clientes del mundo "físico".
Vía: ALT 1040
Es sin duda una gran noticia para nosotros pues es otra noticia más que fomenta la LOPD.
ResponderEliminarCoincido contigo en que deberíamos conseguir trasladar esta idea a nuestro tejido empresarial, el famoso 93% de Francesco.
La única barrera igualmente física que nos encontramos en nuestro público objetivo es, sin más, que hasta que no tengan una percepción más amplia de las nuevas tecnologías, no van a entender dichos conceptos o cultura.
Aunque creo firmemente que al igual que ha pasado en el sector de particulares que poco a poco nos encontramos en el 96% de penetración de mercado en cuanto a internet, no va a tardar mucho en que esos empresarios y consecuentemente empresas se pongan a un nivel aceptable de comprensión...demos un poquito de tiempo al 2008 para que actuen las fuerzas Gm2 en conjugación con las Nuevas Tecnologías.
Por cierto ¿Cuando dijimos que conseguiríamos el siguiente millón?.....
Besos
Mª José Garrido